Cuando en mi adolescencia era el momento de definir y decidir a qué quería dedicarme, el camino terapéutico se abrió ante mi deforma natural, gracias a mi madre, en mi infancia siempre estuve en contacto con la meditación, el yoga, la nutrición etc?. Siempre supe que quería sanar a la gente, transmitirles conocimientos para incorporar en su día a día para ayudarles a cuidarse e implicarse en su proceso de cambiar algunos hábitos. Siempre sentí atracción por todo el mundo emocional que intuía detrás de los síntomas y enfermedades, la somatización como expresión de la incoherencia que nos enferma.
Así pues me dediqué a vivir en plena presencia y sencillamente la vida fue poniendo ante mi las oportunidades que me han llevado a ser la terapeuta que soy y siempre fui.
¿Qué opinan los demás?
(Este profesional aún no ha recibido opiniones)